Nuestra tierra es proclive a la sequía. Una vista por satélite nos revelará que España está bastante próxima a la zona desértica que recorre la mitad norte de África. Es por ello por lo que a lo largo de nuestra geografía existen muchos pantanos de cuyo caudal andamos siempre preocupados los españoles que hemos conocido las carencias de agua.
Se le suele atribuir a Franco la construcción de los embalses españoles. Lo cierto es que la política hidrográfica comenzó anteriormente y continuó tras su muerte, si bien, en la época del dictador se construyeron la mayoría de los embalses importantes en España, de los que todavía actualmente nos abastecemos.
Uno de dichos pantanos inaugurados en la época franquista (1951) fue el de Linares, en la provincia de Segovia, en el río Riaza, afluente del Duero. Este embalse se encuentra junto al pueblo de Maderuelo, una pequeña población castellana que fue importante durante la Reconquista y que cuenta con varios monumentos arquitectónicos de esa época. Entre ellos destaca la ermita de la Vera Cruz, situada en la orilla contraria del río, exterior a la ciudad medieval y comunicada con ella mediante un puente romano que hoy en día no es normalmente visible al haber quedado sumergido. En 1947, pensando que la ermita podría correr también riesgo de inundación, se decidió arrancar sus pinturas mediante la agresiva técnica del strappo y llevarlas al Museo del Prado. Allí el arquitecto Pedro Muguruza [1] proyectó en lo que entonces era un local para la restauración, una capilla para exponer dichas pinturas con una disposición que respeta la original.
No conocemos al autor de las pinturas de Maderuelo. Son pinturas románicas del siglo XII que tratan temas religiosos característicos de la época: Pantócrator sostenido por cuatro ángeles, San Mateo y San Lucas, Caín y Abel, la Magdalena ungiendo los pies de Cristo, etc.
Podrás encontrar las pinturas en la sala 51C del Museo, en la planta baja.
[1] Pedro Monleón Gavilanes. El Museo del Prado. Biografía de un edificio.