Categoría: Pequeño diario de un loco

  • Mi casa

    Hoy al despertar mis ojos vislumbraron un techo que no era el mío. Un techo oscuro y verde pálido, verde como aquella piedrecita que mi madre llevaba siempre prendida en uno de sus dedos. El corazón se me estremeció cual si me lo hubieran traspasado con un afilado y trasparente cristal y me corrió una…